sábado, 18 de septiembre de 2021

La toxicidad en el arte

 

La toxicidad es uno de los temas más extendidos hoy día y podemos encontrarla fácilmente en cualquier ámbito de nuestras vidas, y el arte no iba a ser menos; de hecho es un gran instigador dado que, como es subjetivo, el artista está expuesto a muchas críticas, tanto de profesores como compañeros, junto con los críticos y el público en general.


Da igual si eres artista o no, todo el mundo tiene la desgracia de tratar con gente tóxica que nos hace la vida imposible; pero en esta entrada me voy a centrar en esos aspectos de la toxicidad asociados al mundo del arte, el diseño y la ilustración.


He aislado tres escenarios en los que suele aparecer con más intensidad, voy a intentar dejar claro de qué forma yo lo he vivido para que podáis identificarlo si os pasa a vosotros. Como es obvio, esto es solo mi punto de vista en la forma de consejos que creo que pueden ser útiles para los artistas que leen este artículo. 


Los tres sitios en los que puede aparecer la toxicidad relacionada con el arte son: en casa, en las escuelas y en las RRSS. En este ultimo punto también vamos a meter a los amigos cercanos.





1. El hogar


En casa usualmente es donde se aprende a dibujar y se dan los primeros pasos, ya sea por dibujar con un herman@ o porque quieras imitar el estilo de uno de tus padres si resulta que ellos son dibujantes y pintores.


Durante el crecimiento se adquiere cierta experiencia y, en algunas ocasiones, el aprendiz puede llegar a superar en destreza al maestro o a la persona con la que ha empezado a dibujar.


¿Cuándo podría aparecer la toxicidad entonces?


Eso depende de la educación de quienes están implicados, pero lo más común es que surja entre herman@s que empezaron a dibujar casi al mismo tiempo. Y la incidencia es aún peor si es el/la pequeñ@ quien supera en poco tiempo la habilidad del mayor o si mejora mucho antes que este.


¿Por qué es más probable que sea el/la mayor quien sienta envidia en vez de al revés?


Normalmente se sigue educando al mayor como la persona que más habilidades debe tener de entre el resto de herman@s simplemente por superarles en edad, hecho que se generaliza a todas las cualidades de esa persona. Teniendo esto en cuenta, se sentirá en cierto modo "humillad@" si percibe que su herman@ pequeñ@ le supera en algún tipo de destreza, el dibujo en este caso, y la relación puede volverse complicada al surgir sentimientos como los celos y la envidia, hasta el punto de querer sabotear su avance.


En este punto los padres deberían tomar cartas en el asunto y cortar de raíz ese tipo de conductas en caso de que surjan durante la infancia; sin embargo, en la adolescencia resulta algo más complicado ya que se suele poner en entredicho la autoridad de los padres.


Consejo


En este punto, mi consejo es que ignoréis a esa persona cuando trate de poneros palos en la  rueda, no caigáis en las provocaciones y tratad de ser asertivos en caso de que os pase  cuando sois adolescentes; intentad meteros en la piel del otro para entender por qué se siente así y tratad de hablarlo en frío y sin hostilidades. Si la cosa sigue sin funcionar, no insistáis porque la decisión por su parte ya está tomada y solo va a perjudicaros. Seguid adelante con vuestro camino.


Si el caso se da entre padres con sus hijos, que da vergüenza tener que mencionarlo pero realmente existe, siempre que el/la hij@ sea lo suficientemente mayor, se puede probar el mismo consejo; y si no funciona, os digo lo mismo. Seguid vuestro camino,

porque nadie tiene derecho alguno a cortaros las alas, y mucho menos por envidia.


Ejemplo personal


Sufrí las dos situaciones, aunque no simultáneamente, y podría decir que el segundo caso fue mucho más leve que el primero; es decir, el caso de el hermano pequeño que supera al mayor fue muchísimo peor y más grave psicológicamente que el de padres con los hijos.


El machaque psicológico que tuve que aguantar fue muy continuado en el tiempo, y fui tan tonta que no me di cuenta de las señales hasta que era tarde. Sobretodo ocurrió cuando mi estilo empezó a volverse más realista; esta persona, a base de insistencia casi diaria, trataba de impedir que cambiase y evolucionase. Primero pasó de mostrarse superior en el dibujo a fingir

alabanza hacia mi estilo, pero, viendo que eso no le funcionaba, su falsa amabilidad se  transformó en hostilidad, mostrando esa envidia sin tapujos.


Como os habréis dado cuenta, este tipo de personas cambian su conducta para tratar de obtener un resultado favorable por medio de la manipulación de tu percepción del estilo que tienes en ese momento. Primero se sienten superiores dado que, por edad, su habilidad es mayor. Cuando se produce el choque de realidad, pueden darse dos casos:


  • O actúa como el ejemplo personal que he puesto, mostrando falsa adoración hasta que les dé resultado.
  • O explotan y rechazan tu estilo directamente.


También hay un tercer caso en el que el hermano mayor acepta con honestidad que el/la pequeñ@ le ha superado y trata de aprender de esa persona para poder mejorar en su propio estilo y forjar un lazo más fuerte y sano. Que suceda este tercer caso es una de las cosas más gratificantes que puedes sentir, no sólo por la conexión que estableces con esa persona, sino también por el crecimiento personal que experimentas.




2. La escuela


Suele ser el siguiente lugar en el que muestras tu arte más públicamente, ya sea haciendo garabatos en clase durante la adolescencia o exponiendo tus obras en una escuela de arte al uso.


En este caso también existen dos focos de posible toxicidad, y estos son el profesor y los compañeros.


El caso del profesor lo abordé brevemente en la entrada de "Expectativas vs Realidad en el arte", pero puedo volver a comentarlo sin problemas.


La toxicidad en el profesor surge cuando o no te apoya para que avances correctamente, criticando de manera destructiva cualquier aspecto de tu forma de dibujar, o cuando te pone pegas porque has mejorado muchísimo y tiene envidia de tu talento, cosa que me parece vergonzosa a niveles increíbles.


Como comenté en esa entrada, estas cosas pasan con más frecuencia de lo que me gustaría admitir, y los alumnos que se ven sometidos a estas circunstancias se destruyen mentalmente, hasta el punto en que incluso abandonan el dibujo.


Respecto a los compañeros, puede surgir lo mismo que con los hermanos, que vean que has mejorado antes que ellos y sientan una envidia malsana. O también puede ocurrir que sean mejores que tú en alguna técnica o aspecto y, cuando quieras pedirles con sinceridad que te ayuden, te dan largas, directrices poco claras o directamente te sabotean. Y la bromita te puede costar la asignatura o hasta un cuatrimestre.


Consejo


Si esto te pasa con un profesor, no te cayes y acude a quien debas para que corte de raíz esa actitud: al delegado, al tutor o al director. Díselo también a tus padres; esas conductas en un docente no se deben permitir bajo ningún concepto, dado que de ellos depende tu avance y encima se están llevando tu dinero, lo que puede considerarse además como una estafa en toda regla.


Si veis estas cosas con un compañero, la solución es aún más fácil; si es una mala persona que se mete con todos, pasad; si solo va a por ti, pasad. Y si en verdad ocurre que no es mala persona pero se siente amenazada por vosotros, aplicad el consejo que os di en el primer apartado, intentad hablar y solucionarlo.


Ejemplo personal


De nuevo yo he sufrido los dos casos, siendo más grave el de los profesores, quienes incluso se ofendían, cosa que ya es de vergüenza.


Con los compañeros he llegado a sufrir casos en los que, tras exponer un trabajo, nadie ha abierto la boca para decir nada, ni un solo comentario. Vivir esto es brutal (en el mal sentido, obvio) y no se lo recomiendo a nadie porque te deja muy frío, casi me sentí como si no existiera por un momento.


Más individualmente, he tenido una compañera que, no es que  fuera a por mí, pero copiaba las ideas y podríamos decir que trataba de sacar provecho sin dar nada a cambio cuando yo le pedía consejos de arte. Esa persona se tomaba mal toda critica, incluso aunque se la dijeras con toda la educación del mundo y tratando de ayudarla para que mejorase. Hay compañeros de todo tipo.




3. Redes sociales


Aquí te pueden surgir casos de todo tipo, desde los anteriores que he mencionado, hasta gente que

solo viene a molestar, niños pequeños que hacen la gracia (a quienes no tienes que darle

importancia) y críticos sibaritas que creen que tienen la verdad absoluta.


Consejo


La solución todavía se simplifica más, cuanto menos contacto físico tienes con la gente, más

fácil resulta lidiar con posibles personas tóxicas.


¿Te critica para hacer daño? Bloquéalo.


¿Viene a decirte cómo tienes que hacer las cosas? Bloquéalo


Bloquear a quien solo te perjudica no debería considerarse como algo tabú o una mala práctica; es sano, mantiene tu mente despejada de problemas y encima no tienes que convivir con esa gente. Si te perjudica, bloquea.


También hay que saber ver quienes se acercan a darte su opinión con el fin de que mejores, no es plan de ir bloqueando a todo el que no coincida contigo en algo. Aprendemos de los errores y de compartir lo que sabemos con otros.


Y esta es la única vez en la que no me he visto envuelta en ninguna trifulca con nadie en términos artísticos porque tengo la suerte de que mis seguidores son cachitos de pan que siempre comentan con una actitud respetuosa y siempre con buenas intenciones. Gracias a todos los que me siguen en Twitter, Instagram y, por supuesto, por aquí.





Final


Tomad o dejad estos consejos, pero opino que seréis más felices cuanta menos gente tóxica tengáis a vuestro alrededor; convivir con personas que os hacen la vida imposible deja secuelas profundas a nivel psicológico.


Rodeaos de gente que merezca la pena, que os enriquezca. Si te dicen la frasecita de "la vida son dos días, no deberías apartar a nadie de ti", cogedla y tiradla a la basura, y si podéis le prendéis fuego de paso. Si la vida son dos días, pásalosc on quienes te hagan bien.


Es mi consejo.

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