sábado, 11 de septiembre de 2021

Escuelas de arte: Expectativas VS Realidad

 



El motivo de esta entrada del blog es muy sencillo: quiero ayudar a aquellas personas que aún se sienten indecisas y no saben si cursar estudios profesionales de arte o aprender por cuenta propia. Para ello, he elaborado una lista que voy a dividir en “expectativas” que tienen los artistas que no han cursado estudios de arte, y la realidad, refiriéndome a la experiencia que yo he vivido como estudiante de arte.


Antes que nada, quiero dejar claro que esto es una opinión respecto a este tema, por lo que seguramente habrá quien piense de forma distinta o tenga en cuenta aspectos diferentes a los que yo voy a mencionar. Esto no es un dogma, es simplemente una visión que quiero compartir; si os sentís identificados, perfecto. Y sino, siempre podéis dejar en la caja de comentarios lo que vayáis opinando del tema.




1: Tener estudios te ayudará a conseguir mejores resultados


EXPECTATIVAS


Los artistas autodidactas tienen que buscarse la vida para aprender por su cuenta todos los fundamentos básicos del dibujo: proporciones del cuerpo, aplicar las luces y sombras, cómo combinar correctamente los colores para obtener una paleta atractiva, y más cosas por el estilo.


Es normal que piensen que si van a una academia, mejorarán más rápido que haciendo las cosas por su cuenta, ya que para eso existen esas instituciones, para tutelar y enseñar a sus alumnos a tener una mayor comprensión de todos los aspectos que engloba el mundo del arte y la ilustración.



REALIDAD


No siempre es cierto que los estudios te generan una mejora en el rendimiento; aunque en la mayoría de casos aprendes las nociones básicas si te metes en un bachillerato de artes o en un ciclo de ilustración, donde si que de verdad se aprendes es en una academia especializada, ya que el profesor se centra exclusivamente en eso y te muestra los pasos a seguir con mayor eficiencia que en un Bachillerato, al menos desde mi punto de vista personal y subjetivo.


Y lo más gracioso es que usualmente, y gracias a la existencia de internet, los profesores de ciclos o incluso universidades, suelen pedirte que busques información en medios externos para, según ellos, complementar lo que estás dando; que en algunos casos sí y en otros no.





2: Tener estudios hace que la gente te tome más en serio como artista


EXPECTATIVAS


Es algo que quienes no han podido acceder a estudios artísticos pueden llegar a pensar en algún momento, y esto se puede ver con las comisiones y la forma en que te hablan algunos clientes (en este caso no incluimos a los niños, claro).


A veces las personas autodidactas piensan que tal vez les tomarían más en serio en el ámbito profesional si tuviesen estudios oficiales, refiriéndome con esto a aquellas personas que tratan siempre de regatear cuando piden un dibujo o que directamente menosprecian el tiempo y trabajo dedicado a realizarlos.



REALIDAD


Sí puedo decir que la gente elitista toma mucho más en serio a una persona con estudios que pinta que a alguien autodidacta, aunque las obras de esa persona sean de una calidad muy superior; es algo que pasa muchísimo y que la gente hace mal en infinidad de ocasiones, sobretodo los críticos de arte y sobretodo a la hora de pedir comisiones.


A lo largo de mi vida, he encontrado ilustraciones que ya quisieran muchos con estudios saber hacer, de modo que os insto a no juzgar un libro por su portada; ya puedes tener mil carreras hechas y mil cursos de ilustración y pintura y no por ello tienes que sentirte por encima de nadie, porque ese es otro punto que pasa con más frecuencia de lo que me gustaría admitir.


Yo misma tengo actualmente una serie de titulaciones y no por ello tengo que tener ese aire de grandeza frente a otros artistas y tratarlos como seres inferiores, porque todos somos personas y, de nuevo, poniéndome como ejemplo, conozco a otros artistas que no tienen mis mismos estudios o que directamente son autodidactas y me dan mil patadas en la boca en cuanto a estilo. 





3: Tener estudios te da automáticamente la oportunidad de conseguir trabajo o te lo facilita


EXPECTATIVAS


Esta creencia es común, en general, a prácticamente todas las disciplinas: necesitas unos estudios y un papelito que los acredite para encontrar trabajo o para poder optar a buscar uno, ya que no se suele ver con buenos ojos a una persona que, aunque sea un máquina, ha aprendido por su cuenta y no tiene hecha una carrera o un grado medio. Un pensamiento que hoy día seguimos arrastrando a pesar de la crisis que vivimos; normalmente tu porfolio debería hablar por sí solo.



REALIDAD


No tiene absolutamente nada que ver, y al igual que ocurre con todo, tener ese papelito universitario te deja en el paro si no has dado la talla durante las prácticas de empresa, en el caso de que dicha empresa tenga vacantes, porque normalmente te usarán como mano de obra barata, haciendo que hayas perdido 2 años de tu vida.


Usualmente en España lo más probable es que acabes comiéndote los mocos y tengas que abrir comisiones o ser freelance porque la alternativa es morirte de hambre; la industria se centra más en el marketing y la comunicación que en potenciar a los jóvenes artistas que surgen de las escuelas de arte, y lo que la mayoría de gente hace tras superar los estudios de bellas artes es tirar para diseño gráfico, perdiendo en el proceso todo lo que has aprendido sobre ilustración o haciendo que apenas puedas sacarle provecho como profesión en sí misma. Más bien se convierte en un accesorio, un complemento del diseño, y por sí solo no se llega a nada con estudios en dibujo a menos que tengas una suerte increíble.


De modo que la única oportunidad que tienes de dedicarte al dibujo de manera profesional es echando mano de internet y trabajar todos los días subiendo tu arte, moviéndolo por las redes sociales y abriendo comisiones en un principio hasta que consigas alcanzar una posición privilegiada; en ese caso podrás dedicarte a vender merchandisign o dibujar lo que te apetezca ya que tendrás a un gran público dispuesto a comprar todo lo que hagas. Pero repito, para conseguir eso se necesita trabajo duro, constancia y muchísima suerte.




4: Con estudios, es más sencillo acceder a otros cursos relacionados con el tema del arte


EXPECTATIVAS


Para algunos, los estudios abren puertas a más ramas, no sólo del ámbito de la ilustración, sino también de otras disciplinas como la escultura, el diseño gráfico o el mundo editorial. Y en cierto modo no se equivocan ya que suele ser un billete de entrada para las universidades o escuelas especializadas, lo que supone una oportunidad para diversificarse.



REALIDAD


Sí, se te abren puertas pero solo en algunas ocasiones, es decir, si has cursado bachillerato en una escuela de artes y quieres seguir estudiando un grado medio o superior que ofrezcan en esa misma institución, haber estado antes allí te da un pase y te garantiza un puesto a pesar de tener que enfrentarte al examen de acceso. Y, joder, cómo son los exámenes de acceso…


Sin embargo, si intentas hacer lo mismo en una escuela diferente porque te has mudado de ciudad o porque necesitas viajar a otro sitio ya que en tu ciudad no hay lo que buscas, siempre vas a estar por detrás de quienes estudiaron allí con anterioridad, lo que te coloca una doble dificultad ya que, lamentablemente, vas a necesitar una nota aún mayor para que se fijen en ti como posible alumno.


Y también debo mencionar esos casos en los que una persona que ha aprobado el examen de acceso y ha entrado en el curso, lo abandona a la semana o a las dos semanas de estar, dejando una vacante que, o no se llena, o si se llena, ya vas con semanas de retraso. Con esto solo me refiero a los casos en que el alumno que abandona los estudios no tiene interés alguno o directamente se ha aburrido y decide marcharse; no confundir con esas personas que por fuerza mayor se han visto obligados a irse, siempre relacionado con cuestiones monetarias, por desgracia.




5: Los profesores de arte suelen ser muy abiertos y te apoyarán en cada paso de tu aprendizaje


EXPECTATIVAS


Es lógico pensar que un profesor de arte debe tener pocas o ninguna limitación a la hora de entender el arte y que está dispuesto a enseñar diferentes disciplinas y estilos para que los alumnos prueben diversas herramientas hasta dar con la que más se adapte a ellos y, posteriormente, desarrollarla hasta alcanzar un nivel profesional. Deberá ser el profesor quien muestre los pasos a seguir y quien ofrezca un apoyo, responda las dudas y enseñe la manera en la que deben hacerse las cosas; por esas razones los que no han cursado estudios de arte pueden llegar a pensar que los profesores albergan una gran cantidad de conocimiento útil y que son quienes motivan a los alumnos a seguir dibujando.



REALIDAD


Son quienes tienen que hacer de guía y la mayoría de las veces te vas a encontrar con una serie de casos que van a hacer que quieras abandonar el dibujo o la carrera con toda tu alma, y ahora viene la explicación de lo que acabo de decir.


En las escuelas de arte hay problemas entre el profesor y el alumno y entre profesores; vamos a comentar primero el segundo caso, que es más cortito, y luego el primero.


Da vergüenza ajena descubrir que entre profesores del mismo departamento en muchos casos hay rencillas que luego transmiten a sus alumnos, ya sea exigiéndoles más o directamente tratando de ponerlos en contra del profesor con el que tienen el roce. Y resulta aún más patético porque se supone que son gente adulta, compañeros de departamento o de trabajo y que están ahí para guiarte y enseñarte, no para hacerte partícipe de sus absurdas competiciones para ver cuál es el más eficiente.


Aclarado este punto, voy a comentar los peores aspectos que he encontrado en un profesor que se relaciona con sus alumnos para enseñarles y motivarles.


No son pocos los casos de docentes que trasladan sus inseguridades y frustraciones personales a los alumnos; suelen ser personas que aspiraban a ser grandes artistas y que, por circunstancias de la vida, les ha toado impartir clases.


¿Y de qué forma transmiten esa frustración?


Descargándose con sus alumnos, desmoralizándoles criticando todo lo que hacen o incluso, en casos más graves que yo he tenido que sufrir, negándose a enseñarles cosas útiles o cosas que están en la programación a algunos de ellos por no serles de su agrado, ya sea por personalidad o por su estilo de dibujo.


Y lo gracioso es que suelen ser profesores que, o tienen esos aires de superioridad de los que ya he hablado y sienten que sus alumnos jamás llegarán a estar a su altura, o son docentes que no tocan un lápiz en todo lo que dura el curso y, sin embargo, no paran de exigirte maestría en técnicas que ellos ni se han molestado en mostrarte manualmente, que es para lo que se supone que están ahí, no para enseñarte un par de vídeos de YouTube.


Respecto al tema del estilo de dibujo, sí, a día de hoy siguen existiendo en España escuelas de arte o instituciones de arte que se cierran en banda y te califican con menos nota si resulta que te gusta dibujar manga, y eso ya constituye un motivo de peso para que ellos puedan tratarte de x forma, no te enseñen lo que están obligados a enseñarte porque has pagado por ese curso o directamente te obliguen a cambiar de estilo cuando se supone que son lugares que deben potenciar tus puntos fuertes una vez hayas tocado todos los palos y veas cuál se te da mejor.


Es normal que un profesor te pida que pruebes otros estilos diferentes para que juegues y hagas descubrimientos, todo artista debe salir de su zona de confort alguna vez para mejorar en algún aspecto, por eso dije lo de “mente abierta”. El problema surge cuando directamente se niegan a reconocer tu esfuerzo y ponerte la calificación que te mereces solo por haber escogido el estilo manga como predilecto tras haberlo decidido por ese de entre todos los que has probado.




CONCLUSIÓN


Esta es la visión que puedo daros a quienes dudáis entre si hacer o no una carrera de arte o un grado superior; no es que quiera desanimaros por completo, únicamente quiero advertir de ciertas situaciones que yo he tenido que vivir y que en muchos casos me han dado ganas de dejarlo todo y querer aprender por mi cuenta, o directamente no tocar un lápiz en lo que me queda de vida.


Afortunadamente existen pequeños rayos de luz dentro de toda esa envidia y competitividad absurda; profesores que sí se toman en serio su trabajo y con los que aprendes que da gusto. Si me lo preguntáis a mí, os recomendaría estudiar en academias, ya que son más específicas y no suelen juzgar el estilo de dibujo al que te dedicas; puedes tratar con ellos y exponerles tus dudas de mejor forma que si lo hicieras a un profesor de universidad, porque aquello es una lotería.


Si quieres dedicarte a estudiar en serio una carrera, te animo a ello siempre y cuando tengas en cuenta que van a machacarte en la mayoría de casos, se pasarán de la raya con las cosas que te piden, con la forma de valorar tu trabajo, y muchas veces vas a sentir la frustración de que no avanzas y no llegas a nada. Cuando eso te pase, mi consejo es que tengas una perspectiva abierta y objetiva para poder ver si lo que te dicen lo hacen porque te tienen manía o si lo que necesitas es ser un poco mas paciente y seguir esforzándote.


No os voy a engañar, estudiar en una escuela de arte o de diseño para conseguir una titulación es muy complicado, en el sentido de que el arte siempre va a ser subjetivo, por lo que en muchísimos casos tus notas dependerán de si al profesor le gusta o si, por el contrario, es una persona profesional que sabe dejar a un lado esa subjetividad y es capaz de ver si lo que haces cumple los objetivos independientemente de si le gusta o no.


Si me preguntas a mí, no recomiendo en absoluto estudiar en la escuela en la que yo estoy haciendo la carrera, por múltiples razones que aluden a la incompetencia, como contratar a profesores que no tienen ni idea de la materia que les ha tocado impartir, o profesores con expedientes de dudosa moralidad, y la competitividad absurda entre profesores junto con los favoritismos excesivos hacia algunos compañeros.


En resumen, si vas a estudiar, ármate de paciencia y abre tu mente lo máximo que puedas, tanto para buen como para mal. Espero no haber desanimado a la audiencia demasiado con este vídeo, pero las cosas nunca son tan bonitas como te las ponen y, sinceramente, creo que es algo que, como estudiante de arte, debía compartir con mis compañeros de fatigas.


Gracias por estar aquí y dedicarme vuestro tiempo. Si os ha gustado, seguidme por mis redes sociales para saber lo que va pasando por m vida o las futuras actualizaciones.



📌 Vídeo

En su momento, realicé un vídeo sobre esta misma publicación. Si queréis echarle un vistazo, PINCHAD en la imagen siguiente.




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